¡Hola a tod@s!
¿Qué tal ha ido tu semana? Espero que fantástica.
Este es el último post de mayo, coincide con la clausura de la Feria de Córdoba y cierra todo un mes de fiestas en esta ciudad.
A lo largo de estos días me he reencontrado con amigos y compañeros de la infancia, del colegio, de antiguos trabajos, amigos y familia que viven fuera, en definitiva con muchas personas que forman o han formado parte de mi vida personal o profesional en algún momento, es agradable ver que estamos bien y como vamos evolucionando cada uno.
Una palabra muy usada en todos los encuentros es la palabra "CAMBIO", todos vamos cambiando aspectos en nuestra vida, algunos cambios son positivos y otros quizás no tanto. Yo bromeo mucho cuando me dicen... "Estás igual, no has cambiado" a lo que con mucha ironía respondo... ¿Tan mal estaba hace 30 años?
Bromas aparte, que te vean igual que hace muchos años es un halago pero la vida va pasando, cambiamos continuamente, casi sin darnos cuenta y debemos ser conscientes de ello, por lo que debemos evolucionar, crecer y cambiar a mejor todo lo que sea posible.
El cambio es bueno, pero... ¿Por que nos cuesta tanto cambiar? Te voy a contar cuales son los enemigos del cambio más comunes.
La pereza, todo cambio que queramos hacer nos va a requerir cierto esfuerzo, por lo que es muy habitual que ante cualquier cambio nos boicoteemos con mil excusas por que nos da pereza realizar ese esfuerzo.
La rutina, este es otro gran enemigo, estamos cómodos como estamos y aunque no estemos teniendo los resultados que deseamos, pensamos en el esfuerzo, la pereza y decidimos hacer cada día lo mismo, que eso parece que cansa menos porque ya estamos acostumbrados.
La vergüenza, ¿Qué pensarán de mi?, ¿Y si me equivoco?, ¿Y si no me sale bien?, ¿Y si hago el ridículo?, ¿Y si no soy capaz?, ¿Y si dejan de respetarme? Y si, y si, y si. La vergüenza te paraliza, cuando te pase esto respóndete ¿Y si pasa qué?, ¿Me voy a morir? Eso es lo más malo que nos puede pasar y no olvidemos que algún día nos pasará seguro, pero ya nos dará igual lo que piensen ¿No crees?
El miedo, el miedo al fracaso, a perder, al precio que hay que pagar, al ridículo, al rechazo, los miedos nos paralizan y nos frenan a realizar cambios.
Y cuando no haces nada lo peor de todo es que el tiempo pasa y tú sigues igual, el dinero y la reputación se recuperan, pero el tiempo no.
Sólo conociendo a tus enemigos podrás vencerlos, así que te invito a que empieces a invertir tiempo en reconocerlos para luego vencerlos.
Los grandes cambios suelen ser drásticos y requieren mucho esfuerzo, pero puedes empezar provocando pequeños cambios en tres aspectos vitales, el físico, el psíquico y el social. Me refiero específicamente a mejorar nuestro físico en medida de lo posible, en el desarrollo y crecimiento personal y en la mejora de nuestras relaciones familiares, personales y profesionales.
Empieza a cuidar más de tu salud, da igual la edad que tengas, no te excuses y te autoengañes con que no tienes tiempo, si no tienes tiempo para cuidar de tu salud, tendrás todo el tiempo del mundo para cuidar de tu enfermedad. Haz ejercicio, camina, practica el deporte que te guste y ajusta la intensidad a tus posibilidades, no se trata que hagas un Ironman, (o si...) tu cuerpo y tu mente te lo agradecerán.
Aprende cada día cosas nuevas, lee, lee y lee, usa el formato que quieras, pero lee, ten tu mente activa. Apúntate a cursos y talleres, tienes miles de ellos gratis y online que no te exigen demasiado esfuerzo.
Cuida tus relaciones, cambia lo que no te gusta, elimina las relaciones tóxicas que te roban la energía, atrévete a decir lo que sientes, disfruta de tu familia, diviértete con tus amigos y cultiva excelentes relaciones profesionales.
El cambio es necesario e inevitable, recuerda o creces o decreces, en tu mano está. Así que vence a tus enemigos.
Y como siempre me despido deseándote un feliz fin de semana, salud y éxitos.
José María Gomaríz
Muchas gracias.
Un saludo.
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