¡¡Hola a todo@s!!
Espero que tu semana hay sido fantástica, la mía ha sido muy especial, excelente diría yo en algunas cosas y de.. (me invento el término) "enseñante" en otras. He aprendido mucho.
¿Recordáis cómo empezaba el post/mail del viernes de la semana pasada?
"Para mi ha sido algo ajetreada, de mucho trabajo, con muchos obstáculos y con alguna que otra sorpresa desagradable. Ha habido momentos que pensaba... ¡Uf! ya no puede salir peor." Leer más...
Pues sí, salieron cosas peor, el domingo participaba en un evento deportivo de mountan-bike por la espectacular sierra cordobesa y sufrí una aparatosa caída cuando había hecho algo más de la mitad del recorrido.
Aún estando con los cinco sentidos y al 100% en lo que estaba haciendo y no cometer ninguna imprudencia, en una bajada muy técnica no pude evitar salir literalmente volando por lo alto de la bicicleta, cayendo con el omoplato izquierdo y la cabeza, más las dos vueltas de campana hasta conseguir pararme.
Todo ocurrió en un segundo, fue un visto y no visto, cuando me quise dar cuenta estaba tirado en el suelo con heridas en diferentes partes del cuerpo y con un dolor intenso en la muñeca y mano izquierda.
En ese segundo que "vuelas" y estás cayendo da tiempo a pensar muchas cosas, en décimas de segundo piensas... me rompo la clavícula, me destrozo la cara y verás mañana como voy a ir a la conferencia, piensas en tu familia y hasta en alguna consecuencia peor.
Afortunadamente quedó todo en susto sin consecuencias graves, sólo las magulladuras y heridas superficiales en la piel y una mano inmovilizada doce días. Pero aprendí una gran lección, por muy cauto y prudente que seas siempre puede pasar algo que lo cambia todo en un segundo.
Tomé conciencia que aún habiéndome pasado esto, debo estar agradecido por que podría haber sido aún peor. Tomé conciencia del compañerismo de las personas que comparten mi afición, en especial al grupo "¿DONDE BIKE!". ¡Felicidades chicos!
Cuando analizo estas cosas es cuando detecto que soy inmensamente rico, por que en vez de contar sólo con mi mano derecha, me he dado cuenta que tengo a mi disposición cuarenta y una manos, no voy a decir que me alegre de haberme caído de la bici y haberme fastidiado la mano, pero gracias a eso he valorado más aún si cabe que yo tengo las dos manos y que sólo tengo inmovilizada una por un corto periodo de tiempo, pero hay personas que tienen una sola mano toda su vida. Personas que tienen más dificultades que tú simplemente para subirse una cremallera o atarse los zapatos. Que somos afortunados con lo que tenemos y que estamos mejor que muchas otras personas.
Sinceramente, piénsalo, ¿No eres inmensamente rico con todo lo que tienes?
Solo me queda decir GRACIAS a todos los que durante esta semana me habéis llamado, dado ánimos, os habéis ofrecido a ayudarme y a los que me habéis acompañado y ayudado estos días.
No quiero decir nombres por que posiblemente me pueda dejar alguno atrás, como todos sabéis quien sois, gracias, gracias y mil gracias.
Me despido pidiéndote un favor, valora lo que tienes, no sabes en que momento de tu vida puedes dejar de tenerlo, temporal o definitivamente. Cuida de tu familia y de tus amigos, por que son tu tesoro más preciado y los que estarán ahí cuando los necesites.
Así que doy gracias, por seguir aquí, por poderte escribir aunque sea con una mano, a todo lo bueno que me pasó a semana pasada, al reencuentro con mis compañeros del colegio después de 32 años, a tener salud y tener al lado a mi familia, mis amigos y a la gente que quiero. Y te doy las gracias a ti por leerme.
Y como de costumbre, feliz fin de semana, salud y éxitos.
José María Gomaríz.
Muchas gracias.
Un saludo.