Buenas tardes a tod@s, otro viernes más. Otra semana a tope, viviendo intensamente y con pasión, haciendo que las cosas pasen y cambien e intentando ganarle el pulso a la queja.
Como tantas otras semanas me enfrento a escribirte unas palabras sin tener nada pensado con antelación, la improvisación es un reto y hay veces que te puede jugar una mala pasada. Aunque no es menos cierto que el tener que improvisar, me obliga a exigirme mucho más y en menor tiempo a encontrar el tema, la reflexión o la idea sobre la que escribir, y esto también tiene su lado positivo, me hace crecer, aprender y es casi como un entrenamiento de la mente.
Muchas son las veces nos ponemos a prueba en nuestra vida diaria de una forma u otra, unas con más y otras con menos riesgos, unas con mejores resultados y otras quizás no eran lo que esperábamos, pero hoy por hoy somos quien somos en base a las decisiones que hemos tomado y de las que no hemos tomado también. Tú eres quien eres por que a lo largo de tu vida has ido eligiendo en quien te querías convertir, a quien te querías parecer, influenciado por tu entorno, tus amigos, tu familia, etc. etc., pero sobre todo por tus decisiones y tus elecciones.
Tenemos el gran poder de decidir en quien queremos convertirnos, con nuestros pensamientos, con nuestras decisiones y sobre todo con nuestras acciones, esto no va de "pensamientos" solamente, además hay que trabajar y remar en la dirección elegida. Si tratamos a una persona como lo que es, seguirá siendo lo que es hasta ese momento, sin embargo si empezamos a tratarla desde lo que puede llegar a ser, se convertirá en lo que está llamado a ser.
Trata a un hombre como un criminal y se convertirá en criminal, trata a un hombre como a un caballero y se convertirá en un caballero. ¿Te ha pasado alguna vez que te ensalzas en una discusión y cuanto más grita tu oponente más gritas tú?, ¿y si tu gritas más fuerte el otro aún lo hace más?, llega un momento en que ambos os destrozaríais las cuerdas vocales pensando que por gritar más fuerte tenéis más razón. ¿Qué pasaría si hicieras todo lo contrario?, ¿Qué ocurriría si empezaras a bajar el tono y la velocidad de tu mensaje?, aún diciéndole lo mismo y sin retroceder ni un milímetro tu argumento ¿qué pasaría si mientras discrepas con él o ella le estás esbozando una sonrisa?, ¿no crees que algo cambiaría?
Hagamos una prueba, posiblemente te gustaría y te agradaría que alguien de tu entorno personal o laboral fuese de otra forma, más amable, más atento/a, más cariñoso/a, más profesional y efectivo, más ordenado, más eficiente, más lo que sea, posiblemente ahora mismo puedes estar pensando en tu hijo o hija, tu pareja, tu compañero/a de trabajo, tu jefe o quien sea.
Te reto a que los próximos días, por lo menos durante un mes, trates a esa o esas personas desde la posibilidad, trátalos como si ya fueran como a ti te gustaría, si te has elegido que tu hijo sea más ordenado, trátalo como si ya fuera ordenado, si te gustaría que tu pareja fuese más cariñoso, trátalo como si fuera muy cariñoso, haz la prueba y en un mes escribe en una hoja que cambios has notado. Y si quieres lo compartes en un comentario en este blog o lo compartes directamente con la persona con la que has hecho esta prueba.
Cuando te demuestres que esto es verdad, empieza a tratarte a ti mismo/a como si ya fueras quien quieres ser, ¿cómo te gustaría ser? descríbete, imagínate como serías y empieza a tratarte como tal. Te sorprenderás.
Bueno chic@s, esto es todo por hoy, que tengáis un magnífico fin de semana, salud y éxitos.
José María Gomaríz
Muchas gracias.
Un saludo.