Buenas tardes a tod@s¡¡¡¡
Llegó el esperado viernes para casi todos ¿verdad? algunos estaréis en la playa o en cualquier terracita tomando cañas por que habéis hecho puente y otros "currando" todavía hasta esta tarde.
Esta semana me gustaría que reflexionáramos sobre el conformismo o la mediocridad. Cuando llegamos a este mundo, venimos tan vírgenes como un disco duro de millones de terabite's, tanto es así que nuestro cerebro puede almacenar y manejar mas datos que el ordenador mas potente del mundo.
Si seguimos con el símil entre el cerebro y un disco duro, podríamos decir que nuestra RAM viene con lo básico para sobrevivir durante unas horas, ni siquiera podríamos sobrevivir sin la ayuda materna o de un adulto que nos alimentase y nos cuidase.
Desde nuestros primeros días, somos auténticas esponjas, nos fijamos en todo lo que hay a nuestro alrededor, intentamos imitar sonidos, sonrisas, etc., todo lo que ocurre a nuestro alrededor empieza a grabarse en nuestra mente, al principio todo nos sorprende, lo desconocido, lo diferente, poco a poco vamos adquiriendo conocimientos y experiencias conscientes e inconscientes, cada día que pasa vamos creciendo y empezamos a tener nuestros gustos, preferencias, miedos, repulsa hacia otros, sin saber muy bien por que, todo este proceso pasa sin darnos mucha cuenta hasta que llegamos a "tener uso de razón" ( todavía no tengo muy clara esta expresión )
A partir de cierta edad, empezamos a imitar a otros conscientemente, hasta tal punto que alguno pierde su propia identidad, todos somos como lo que imitamos de los demás, siempre cogemos lo que nos gusta física o psíquicamente, no es malo imitar a otros que tenga cosas buenas que imitar, buenos valores y buenos hechos pero...
¿Y si... en vez de imitar a alguien intentamos ser originales? Corremos el riesgo de equivocarnos... si claro, pero ¿cuantas veces se han equivocado grandes genios de la historia? muchísimas, efectivamente. Lo diferente, lo raro, lo atrevido, lo osado, tiene sus riesgos pero merece la pena intentarlo, solo los que osan a hacer cosas diferentes serán diferentes a los demás.
Ser original no tiene por que ser ridículo, ni ir haciendo el tonto por ahí, ni perder la vergüenza o perder el respeto a los demás, significa ser tú mismo coherente con tu forma de ser, de pensar, de vivir y de hacer lo que te venga en gana respetando siempre a los demás.
Podemos ser originales, extraordinarios, geniales, simplemente tenemos que querer serlo y posiblemente si no tuviéramos virus mentales en el "disco duro", nos atreveríamos a realizar cosas maravillosas que nunca nos atrevemos.
Recomendación para el fin de semana, pásate un buen anti-virus y se diferente, se genial.
Y como siempre feliz fin de semana, salud y éxitos.
José María Gomaríz
Os dejo un video de mi paisano Jesús Quintero.
Muchas gracias.
Un saludo.
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