viernes, 13 de febrero de 2015

Entrenando la voluntad. Feliz fin de semana.

¡¡Hola a tod@s!!

De nuevo es viernes y como cada semana me dispongo a escribirte. Confío que tu semana haya sido espectacular, seguro que sí. Antes de nada, quiero dar las gracias por los mensajes que he recibido del post de la semana pasada, es un placer saber que lo que escribo es útil y ayuda a otras personas.

La semana pasada escribía sobre una forma inteligente de resolver los problemas, mejor de uno en uno ¿Verdad?.  Esta semana me gustaría hablarte de la voluntad, eso que algunos creemos que no tenemos y otros creemos que la perdemos. ¿Te suenan estas frases?

"Es que yo no tengo voluntad"
"A mi me falta voluntad"
"Yo ya he perdido la voluntad"
"Para eso hay que tener voluntad"

Y alguna más ¿Verdad?. Pero... ¿Podemos entrenarnos para tener más voluntad? La buena noticia es que "Sí", la mala es que no es fácil y requiere  de esfuerzo. Para nuestro cerebro es incómodo y molesto incorporar nuevos hábitos, requiere de un esfuerzo extra, lo más sencillo es continuar con su rutina y no sacarlo de su zona de confort.

Todos sabemos que fumar es malo, los fumadores y los que no lo somos. Sabemos que es perjudicial para la salud de los que fuman y de los que estamos alrededor, sin embargo todos conocemos la creencia de la dificultad para dejar ese hábito insano. Tenemos una enorme falta de coherencia, todos queremos vivir más y mejor, pero en muchas ocasiones hacemos todo lo necesario para no conseguirlo. Hablo de alimentación inadecuada, malos hábitos como el tabaco o el exceso de alcohol, llevar una vida sedentaria y no hacer deporte, etc. Todos sabemos lo que está bien y lo que no.

Y la forma de calmar la conciencia en la mayoría de los casos es similar, diciéndonos que no podemos o que no tenemos fuerza de voluntad. Estos pensamientos son tan frecuentes y reiterados que acaban convirtiéndose en una firme creencia, además la voluntad  es un valor con poco protagonismo en nuestra educación. De hecho es frecuente oír... " A mi hija no se le da bien la música", "Este niño no vale para las matemáticas", "Las manualidades no son lo mío", ¿Te suenan? No nos enseñan a tener fuerza de voluntad, sino todo lo contrario.

¿Cuántas veces te has dicho no puedo?, ¿Cuántas veces has tirado la toalla pensando que no es posible?


Es muy frecuente ver a las mamás (con su mejor intención). dar caprichos a sus hijos para evitar que lloren, hacerle las tareas o trabajos del colegio para que saquen una mejor nota, incluso atarle los cordones a niños de 10 o 12 años diciendo... "Es que cuando se los ata él se le sueltan", flaco favor les hacemos, pero lo peor de todo es que estamos anulando su voluntad. Está demostrado que quien se dedica a entrenar su voluntad, consigue mejores y mayores resultados y como consecuencia son más felices. Y lo mejor de todo es que tenemos la capacidad para desarrollar estrategias para conseguir lo que queremos, tenemos ese software instalado de serie.

La voluntad y la motivación son primas hermanas, están estrechamente ligada la una a la otra. Aunque la voluntad siempre es interna,  la motivación puede ser interna o externa y debemos tener la capacidad de detectar su origen, sobre todo por que cuando es interna es más probable que podamos conseguir nuestras metas. La voluntad se entrena desde el deseo, puedes desear algo material o inmaterial, tienes que tener claro que es lo que deseas, un mejor trabajo, un cuerpo más saludable, más prestigio, más libertad, una casa mejor, lo que sea. El deseo es una motivación interior.

Para entrenar la voluntad tienes que tener un gran convencimiento que tu deseo se va a cumplir, llámalo fe, auto-convencimiento, optimismo, da igual.  Obviamente no basta sólo con pensar y desear que ocurra, la voluntad se entrena con trabajo diario, dando pequeños pasos cada vez, pero teniendo la certeza que cada día estamos avanzando. Como decía Picasso, "Cuando me llegue la inspiración que me encuentre trabajando" . Los cambios  cuanto más pequeños más fáciles de incorporar. 

Pasito a pasito, poco a poco, cualquier cambio de hábito que quieras eliminar o incluir en tu vida, hazlo sin prisa pero sin pausa,  despacio pero constante y acabarás consiguiendo lo que te propongas. El otro día en una conferencia ponía como ejemplo lo siguiente: "Cualquiera de nosotros podría convertirse en el mejor guitarrista del mundo, podría tocar como Paco de Lucía, lo único que tendría que hacer es tocar durante 10 horas al día los próximos 30 años". Todo en la vida requiere  de un porcentaje importante de fuerza de voluntad y ésta se entrena trabajándola cada día, no hay otro secreto. 


Te invito a que escojas una meta, algo que desees conseguir y te programes pequeños cambios que podrías ir haciendo cada día que te acerquen a esa meta, no importa si el cambio es muy pequeño, pero mantente firme en el tiempo. Anota tus progresos por pequeños que estos sean en tu cuaderno personal o agenda. Agradécete cada día haber cumplido tu objetivo, cuando menos lo esperes habrás conseguido lo que te hayas propuesto. 

Me despido con una frase de mi ídolo Albert Einstein"Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica, la voluntad"

Y como siempre, feliz fin de semana, salud y éxitos. 

José María Gomaríz  

Muchas gracias.

Un saludo.

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