viernes, 21 de febrero de 2014

1º Aniversario y seguimos caminando. Feliz fin de semana.

Buenas tardes a todos y todas,  hoy  es 21 de febrero de 2014, para unos un día como otro cualquiera y para otros puede ser una fecha muy especial, para bien o para mal, de todo puede haber.

El día 20 de 2013 a altas horas de la noche (más bien metido en la madrugada), empezaba la aventura de "Motivarte es un Arte", un blog cargado de energía positiva, de motivación, de generosidad, de compromiso, de buenas reflexiones que nos hagan pensar y nos acerquen un poquito más a ese estado deseado de felicidad.


Numerosas las gracias que han circulado en todas direcciones, las vuestras y las mías, numerosos  y grandes los aprendizajes (por lo menos por mi parte), para mí ha sido un placer escribirte unas líneas cada semana, aunque en alguna ocasión me haya superado el tiempo, aunque no tuviera la inspiración suficiente, aunque en alguna ocasión haya sido muy difícil cumplir mi compromiso contigo.

Esta obligación, es como ir a un gimnasio a entrenar, con más o con menos ganas, pero cuando terminas, ves lo resultados y te sientes bien y aún más cuando recibes felicitaciones o comentarios alentadores, a eso que llamamos feedback. 

Esta semana me gustaría hacer  un escueto recorrido no solo por las 54 entradas del blog correspondientes  a cada viernes del año, sino desde que empecé a enviar el "Feliz fin de semana" que hace ya más de dos años. Si tuviera que elegir las tres palabras más repetidas en todos los mail, serían "FELIZ", "SALUD" Y "EXITOS". Parecen simples pero "tienen tarea" como decimos en el Sur.

Feliz es la palabra que más se repite, no solamente porque esté dentro del asunto cada semana o por que también esté al acabar cada mail al escribir "Feliz fin de semana", sino por que es el objetivo principal de estos mail y/o del blog. Desear felicidad a los demás es algo maravilloso, por que no cuesta prácticamente nada y tiene un gran valor para el que lo recibe, "Feliz" debe de ser el objetivo diario de cada ser humano,¿ para que si no estamos aquí? ¿para hacer balances de cuentas?, ¿solamente de paso?,¿ para hacer campañas de venta?, ¿facturación, cifras, números?, ¿solo para ganar dinero?, yo una vez conocí a un hombre que era tan pobre, tan pobre, que solo tenía dinero. La felicidad es el mayor tesoro y la mayor riqueza que puedes poseer y lo mejor de todo es que solo depende de ti.

"Salud y éxitos", aparte de estar en mi firma, son palabras que suelo usar a diario por el mismo motivo, es un objetivo, el mío y el que le deseo a todo el mundo y entiendo que cuanto más hablemos de felicidad, salud y éxitos más cerca estaremos de alcanzarlos, no importa si no compartes esta teoría, pero si te puedo garantizar algo y esto no me lo puedes negar, todo el tiempo que estés hablando de felicidad, salud y éxitos, no estarás hablando de infelicidad, enfermedad y fracasos, es pura lógica ¿ no crees?

Durante este tiempo te he hablado de valores, de misión, te he contado fábulas y un largo etc. ha habido títulos para todos los gustos: La confianza, El vaso medio lleno o medio vacío, El árbol de los problemas, Atrévete a soñar, Vamos a ser felices, El tesoro escondido, Con vuestro permiso...,  Que quieres sembrar tú, ¿Y tú, eres mediocre o eres genial?, Pongamos de moda la felicidad,  Camino al éxito, Un maestro de verdad, El valor del anillo, La taza y el café, Se tú, El cambio,  El tiempo no es oro y un largo etcétera. 

Te invito a que cuando no estés en tu estado óptimo de felicidad, te des un paseo  por el título que te resulte más sugerente en ese momento, podrás encontrar sugerencias como las que te hice, hace ya algunos meses, pero que no está mal recordar de vez en cuando.

1º Vive el presente, el hoy, el aquí y ahora de cada día y disfrútalo como si fuera el último.
2º No pierdas ni un solo minuto en quejarte y lamentarte, no sirve para nada, aprovecha el tiempo en como mejorar las cosas.
3º Tu felicidad y tu alegría no viene ni llega del exterior, no depende de los demás, tú eres el responsable de creártela cada día.
4º Por muy mal que estén las cosas, no hay que perder el sentido del humor, de lo contrario te debilitarás física y psíquicamente.
5º Este momento, ahora mismo, es el preciso instante para cambiar tu actitud pesimista y mirar la vida desde el lado mas optimista.
6º Centra tu atención en lo que tienes y no en lo que te falta, recuerda que tienes muchísimo mas que otros.Tener mas cosas no es ser más, ni te garantiza la felicidad.
7º La felicidad consiste en dar, en contagiar, en hacer el bien, en hacer felices a los demás y eso te hará feliz a tí.
8º Se coherente con tus pensamientos, si piensas, crees y dices que eres buena persona, generoso/a o cualquier otra cosa actúa como tal.
9º Haz balance de todo lo bueno que tienes en esta vida, te sorprenderás, eres inmensamente rico/a.
10º Lleva una vida saludable, come bien, haz deporte y dedícate al menos una hora al día "para tí", en lo que te apetezca.
11º Valórate, quiérete, acéptate, al fin y al cabo eres el/la que más tiempo pasas contigo.
12º Tropezar con una piedra del camino es natural, encariñarse con ella no, así que levántate y sigue adelante.
13º No te atormentes con las cosas malas, no duran para siempre, pero recuerda que las buenas tampoco lo harán,  así que disfrútalas.
14º Por último, dejemos de hablar de cosas negativas y desagradables, dejemos de hablar de crisis y ésta desaparecerá. 
15º La cri$i$ como a mí me gusta llamarla, forma parte de la historia del hombre, lo inteligente es aceptarla y transformarla en una oportunidad extraordinaria para fortalecernos y enriquecernos.

Quiero terminar dando la enhorabuena y desearle todo el éxito del mundo a  Ezequiel, otro gran aventurero  que desafía a los problemas para convertirlos en oportunidades, ¡Suerte amigo! y a una iniciativa muy interesante liderada por Diamond Building para conseguir 1.000.000 de personas que quieran dejar de quejarse, puedes entrar y sumarte www.porunpaissinquejas.com ¡Vamos a conseguirlo!

Hasta aquí llegamos hoy, espero que te haya gustado y que celebremos juntos muchos aniversarios y ahora como cada viernes...

Feliz fin de semana, salud y éxitos.






José María Gomaríz


Os dejo un bonito video Cadena de favores, con el que empecé esta aventura.

Muchas gracias.

Un saludo.

viernes, 14 de febrero de 2014

El Amor. Feliz fin de semana.

¡¡Hola a tod@s!!

¡¡Feliz día de San Valentín!! y felicidades a los "Valentines y Valentinas" y a los enamorados y enamoradas.

El amor... ¿Que es el amor?, ¿Es un sentimiento?, ¿Es una emoción? Mucho se ha escrito a lo largo de la historia, hay millones de definiciones en libros, canciones, internet y otros medios.

El amor... ¿Es lo que das o lo que recibes o ambas cosas? ¡Uff! esto daría para escribir un libro ¿verdad?

Seguramente para cada uno de nosotros puede significar una cosa diferente, te propongo una reflexión para el fin de semana. Tómate unos minutos para preguntarte que es para ti el amor, indistintamente si crees que estás enamorado/a o no. ¿El amor solo existe si tienes pareja?¿No es amor lo que sientes hacia otras personas? incluso ¿no es amor lo que sientes hacia tu mascota, perro, gato, etc.? 

Indistintamente que estés de acuerdo o no con la celebración de este día, si lo inventó El Corte Inglés con fines comerciales  o si tienes pareja o no, si hay una cosa que tenemos todos en común y es que todas las personas, nos gusta sentirnos amadas, nos gusta recibir amor, independientemente de  quien y de donde venga.

¿Que es para ti el amor?, ¿No es sentirte querido o querida, amado o amada?, ¿No es saber que los demás o alguien en especial se preocupa por ti, que intenta hacerte feliz?. Cuando alguna vez he leído alguna definición de amor o alguna explicación, es sorprendente que la mayoría  de definiciones lo definen como un estado idílico, casi perfecto en  el que miles de mariposas revolotean en tu estómago y llueve felicidad por doquier.

Sin intención de querer tener razón, ni que ser cierto lo que yo opino, o sea que puedo estar equivocado, para mi el amor e insisto es solo mi opinión personal, es mucho más que ese estado temporal de nerviosismo, cosquilleo, mariposas y perdón por la expresión, ese atontamiento infantil, etc., etc. 

Hace unos días comentábamos con mi buen amigo Pepe Cabello, una frase brutal que le dijo una vez un señor a su mujer, le dijo algo así: 
Cariño, no te "necesito" para nada, pero me "gustaría compartir contigo" el resto de mi vida.
Esta frase, dio para un ratito de debate según la interpretó cada una de las personas que allí estábamos, pero mi lectura es clara, no depende de la otra persona, podría vivir sin la otra persona, por lo que no vive por interés, pero si desea compartir el resto de sus días con la otra persona, creo que es un claro ejemplo de amor.



Para mi el amor es cuando das lo mejor de ti sin pedir nada a cambio, es cuando respetas al otro aún cuando hace o dice cosas que a ti no te gustan o no compartes. Cuando estás a gusto con una persona  en cualquier momento y en cualquier circunstancia, cuando la escuchas sin juzgarla, cuando la entiendes y empatizas en sus buenos y en sus malos momentos, cuando aceptas sus críticas sin rencor, cuando la sinceridad y la verdad están por encima de todo, cuando la fidelidad no resulta ser un esfuerzo, cuando la comprensión llega hasta límites insospechados, cuando lo compartes todo aunque todo sea casi nada, el amor es un estado emocional de felicidad y alegría, pero no exento de conflictos o problemas, no es todo idílico y sub-realista, claro que con la persona amada también puede haber desacuerdos, claro que ciertas cosas pueden llegar a molestarnos, por eso el amor no solo es pasión, también es respeto, es perdón, es comprensión y es entender el punto de vista de la otra persona y aceptar que no piense igual que nosotros. El amor no está en la calle, no hay que salir a buscarlo, está dentro de ti, es el fruto de lo que recibes cuando lo das.

Así que ya sabes, ama y da todo lo que puedas, que cuanto más ames y más des, más recibirás. Esto es una ley universal, no es una  opinión personal, cuanto más das más recibes, está demostrado.

Y ahora como cada semana, quiero desearte que tengas un magnífico fin de semana, salud y éxitos.


José María Gomaríz





Muchas gracias.

Un saludo.

viernes, 7 de febrero de 2014

El león y el ratón. Feliz fin de Semana.

Hola a todos y todas.

¿Es viernes? Feliz fin de semana. ¿Para ti es lunes? Feliz semana.

Desde hace casi dos años que empecé a escribir estos mail cada viernes, han sido algunos los viernes que por unos motivos u otros he escrito el mail mas tarde de lo deseado, quiero pedirte disculpas por esto, ya que mi intención es enviarlo el viernes a medio día, pero  hay veces que me resulta bastante difícil. Esto son las cosas del directo, quiero que cada viernes salga algo espontáneo, fresco, del momento, de ahí que algunos mail o artículos os lleguen un poco más tarde y que unos tengan más calidad que otros.

Cada semana os cuento una historia, fábula o reflexión y algunas veces coincide con mi estado de ánimo o con algo que me haya pasado durante la semana,  hoy os quiero contar una pequeña historia que podemos aplicarla a dos valores escasos en la sociedad actual, la humildad y la amistad.

Cuenta la historia que en la Sabana africana, hace muchos, muchos años, había un poderoso león llamado Leo, vivía, libre y salvaje. Una mañana, mientras dormía, Leo escuchó un leve ruido que le despertó.  Entreabrió los ojos y vislumbró a un ratón rascando la corteza del árbol bajo cuya sombra el león se cobijaba.  En un rápido movimiento, Leo apresó al ratón entre sus garras y se preparó para regalarse un matutino tentempié.
Sin embargo, el ratón viéndose muerto y devorado tuvo la ocurrencia de responder con calma y aplomo: ¡No me comáis, majestad, y os daré un gran servicio!
Leo, incrédulo, le contestó sorprendido: ¿Tú, pequeño e insignificante ratón, pretendes que no te coma porque vas a convertirte en mi servidor? ¿Y qué te crees que puedes hacer por mí que no esté a mi alcance?
El roedor, temeroso pero aparentando seguridad, respondió: Mucho podéis, mi señor.  Pero estoy convencido de que puedo resultaros de gran utilidad.
Leo estalló en una carcajada y, entre risa y risa, todavía con lágrimas en los ojos, le dijo al ratón mientras le soltaba de entre sus garras: Tu valor te ha salvado.  Eres un minúsculo e insignificante ratoncillo, nada tienes que ofrecerme, pero tu valor es el de una fiera y por ello bien mereces seguir viviendo.  No seré yo quien te coma.  Vete a casa, sigue viviendo, y en adelante no interrumpas el sueño de quienes son más grandes que tú.
Gracias, generoso y misericordioso señor por haberos apiadado de mi vida.  Desde hoy estoy en deuda con vos, y seré vuestro más fiel servidor hasta que pueda devolveros la gracia que habéis tenido conmigo fue la seria respuesta del roedor.
Te libero de tu deuda, nada me debes.  Yo ya he olvidado que te he perdonado la vida.
Como si de un minúsculo filósofo se tratara, el ratón respondió: Es propio de las almas grandes olvidar, al momento, los favores realizados y no pedir nada a cambio.  Pero es de almas aun mayores no olvidar jamás el favor recibido, y guardar en el corazón un eterno agradecimiento que se convierte en deuda de gratitud.  Seguiré vuestra orden y me iré a casa…  Pero hacedme llamar cuando me necesitéis, y yo acudiré a atender vuestro servicio al punto lo requiráis.
Así sea, dijo Leo, y los animales se despidieron como dos buenos amigos.
Pasaron los meses y, una tarde que el león andaba a la búsqueda de una presa, tuvo la mala fortuna de caer en una trampa preparada por cazadores y quedó enredado en medio de una red de cuerdas.  Por mucho que intentó liberarse con su renombrada fuerza, sus garras y sus dientes, todo fue en balde…  Estaba preso…  Desesperado, rugió con todas sus fuerzas para dejar salir de su interior la ira y la desolación que le embargaban.  Luego calló, esperando pacientemente su muerte.
El feroz rugido viajó por el espacio, llegando a lejanos rincones.  Uno de éstos fue un pequeño hueco, en el tronco de un árbol, en el que vivía una familia de ratones.  Uno de ellos, al oír el desgarrador grito, reconoció en él a Leo, el león que tiempo atrás le perdonó la vida.  Aunque ya anochecía y empezaba a refrescar, aunque se estaba mejor en casa que desplazándose en medio de la oscuridad, el roedor tenía una deuda de gratitud que no había olvidado y se puso inmediatamente en camino…  Buscando el origen de ese rugido desesperado que aun resonaba en su mente.
No fue fácil dar con él…  Al cabo de unas horas –era noche cerrada ya- el ratón encontró a su benefactor, inmóvil, como muerto, enredado en la trampa.  Nada dijo el roedor, no lo despertó.  Se acercó a la trampa y, buscando el lugar más adecuado para hacerlo, comenzó a mordisquear la cuerda con sus afilados incisivos.  Sus dientes, acostumbrados a roer, lograron aquello que los brutales caninos del león habían sido incapaces de hacer…  Cortar la cuerda.  Cuando el pequeño héroe se disponía a marcharse, tan en silencio como había llegado, una garra le sujetó por la cola: ¿Dónde te crees que vas? – le dijo el león en un susurro.

Me disponía a volver a mi hogar, Majestad, pues ya he cumplido aquí mi cometido- respondió el ratón.
¿No ibas a decirme que habías sido tú mi libertador? ¿No ibas a esperarte a recoger mi agradecimiento?  Si no llegas a despertarme –otra vez- con el leve ruido que haces al roer con tus poderosos dientes, nunca habría sabido que habías sido tú mi benefactor…  Y nunca te lo habría podido agradecer como es merecido.
El ratón, con dignidad y aplomo, respondió al león: Del mismo modo que vos, al liberarme en el pasado, no buscabais mi gratitud, tampoco yo he acudido hoy en vuestra ayuda para obtener de ello un beneficio.  Salvar a un alma grande como la vuestra, capaz de perdonar una insignificante vida como la mía, me ha traído hasta aquí…  Es bastante recompensa para mí el que ya no seáis preso.  No quería agradecimientos ni grandilocuentes promesas, no quería avergonzaos llevándoos a pensar que alguien como yo os ha liberado.  De ahí mi silenciosa marcha, de ahí mi intento de pasar desapercibido.

Leo, conmovido ante la finura espiritual de su interlocutor no pudo más que decir: Hay, en tu pequeño cuerpo, un corazón más grande que en el mío.  Bien está que te haya descubierto porque, gracias a ello, mucho he aprendido sobre la delicadeza y la bondad.  No quiero ya deudas de gratitud sino amistad, pues tus actos me han mostrado que mucho tengo que aprender de ti y que bien mereces también tú mi protección para que el mundo no se pierda todo lo que tienes para darle.  Te ruego que olvides mi presunción de otros tiempos y me aceptes como amigo, pues ha caído el velo de mis ojos y ya no veo la pequeñez de tu cuerpo sino la grandeza de tu alma.

Fin de la historia.

Moraleja: Nunca desprecies las promesas de los pequeños, cuando llegue el momento las cumplirán.

Esa historia nos demuestra de nuevo, que nadie es más que nadie, que la grandeza y el poder muchas veces nos sirven para sacarnos de situaciones complicadas, que la humildad engrandece y que la vanidad mengua a las personas y la amistad es un bien preciado y escaso, cuidemos el tesoro que tenemos.

Y ahora como cada semana, feliz fin de semana, salud y éxitos.

José María Gomaríz


Muchas gracias.

Un saludo.